Lo que está pasando en el Casanare es simplemente una muestra, un aviso de lo que le espera al país dentro de muy poco, una Colombia desértica, sin agua, sin alimento y los muertos ya no serán solo animales. Se requiere un cambio de paradigma económico, cambiar la mercantil forma de ver el futuro, pues la que tenemos nos llevará irremediablemente a una monumental catástrofe ecológica y ambiental, que no le dejará ganancias a nadie. El cambio súbito y sin planeación del uso natural del suelo por grandes plantaciones de palma de aceite, el cambio el cauce natural de ríos y si le agregamos las poderosas explosiones subterráneas para buscar pozos petroleros provocan catástrofes como está y más. Cambiar alimento por biocombustible no es un buen negocio para todos. La siembra de palma solo ha traído desastres; masacres, desplazamiento y ahora catástrofes ambientales como está. Las maravillosas ideas de Uribe Vélez nos llevarán a la ruina a todos los colombianos. Reflexionemos por dios.
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